Michael Parekh - Desarrollo de apps

El estudiante de informática Michael Parekh lleva programando desde los 16 años. Pero no fue hasta 2023 cuando su pasión se convirtió en algo personal. Un familiar cercano falleció inesperadamente de un paro cardiaco, y aquel suceso dejó a Michael devastado. Se sentía impotente y anhelaba encontrar una forma de canalizar su dolor ayudando a los demás y honrando la memoria de aquel ser querido.

Diseñó Pink, una app de iOS para niños, con el objetivo de facilitar el acceso a conocimientos que podrían salvar vidas en momentos críticos. Está pensada para aprender a hacer reanimaciones de una manera lúdica, con métodos interactivos y dinámicos. Para crear Pink, utilizó Swift Playground y AVFoundation, un kit de herramientas que permite a las apps gestionar y procesar en el Mac audio y vídeo para dispositivos Apple. También dibujó ilustraciones para la app usando Notability en el iPad.

Michael utiliza las herramientas de desarrollo de Apple desde que aprendió a programar. Le resultan una manera sencilla de dominar los fundamentos de la programación.

«Fue muy fácil ponerme manos a la obra con un MacBook y Xcode. Todo es intuitivo y estándar del sector», afirma Michael.

El ecosistema Apple lo ayudó con los primeros pasos, pero la invitación a un hackatón fue lo que avivó aún más esa pasión por el desarrollo de apps y convirtió su curiosidad en una verdadera motivación. Allí creó proyectos innovadores al tiempo que estrechaba lazos con personas afines.

En aquel colectivo, Michael encontró un espacio seguro donde poner en práctica sus habilidades de desarrollo con Apple y colaborar con otras personas. Aunque no tenía experiencia en tecnología, pasó de sentirse intimidado a ser un desarrollador de apps seguro de sí mismo.

Tras años viendo la gran popularidad que el Swift Student Challenge tenía online y en el mundo de la programación, Michael decidió participar con su app Pink en 2024. Su objetivo era presentar una app para iOS que fuera competente desde el punto de vista técnico y que, además, tuviera un significado personal.

No solo ganó el Swift Student Challenge, sino que también fue uno de los 50 ganadores distinguidos y asistió a la Conferencia Mundial de Desarrolla­dores de Apple, una de sus metas desde que empezó a programar. Ahora cursa un máster en Informática en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y espera seguir creando herramientas que mejoren la vida de las personas y sirvan de inspiración a otros profesionales de la comunidad tecnológica.